El sistema de dirección se encarga de convertir cualquier giro del volante en movimiento de las ruedas delanteras, con precisión y suavidad. Actualmente, esto se suma a la misión de ayudar al conductor a reducir su esfuerzo al girar la rueda, a través de un sistema hidráulico que realiza la mayor parte del trabajo necesario para girar la dirección.
Al igual que cualquier otro sistema del vehículo hay ciertos puntos que pueden tomarse en cuenta para mantener los elementos de dirección en buen estado:
• Revisar periódicamente cada uno de los elementos del sistema de dirección. En este aspecto, los elementos más utilizados en la barra de dirección son los extremos de dirección, la cremallera de dirección y los bujes guía de la barra.
• A continuación, en la columna de dirección es importante comprobar el piñón de dirección.
• Además, en el sistema hidráulico de la dirección asistida, es necesario comprobar periódicamente si la presión de la bomba es correcta y si no hay fugas en el circuito.
• Verificar que los elementos de dirección (ya sean mecánicos o asistidos) funcionen correctamente. Esta tarea se realizará con el coche en movimiento. Una vez hecho esto, si es necesario tendremos que ajustar la alineación de la dirección y balancear los neumáticos.
• La falta de líquido perjudica considerablemente el sistema de dirección. Esto también ocurre con la mala presión o el desgaste excesivo de los neumáticos, y con el mal estado de los amortiguadores.
• Siempre es recomendable visitar un taller de confianza cuando se detectan los siguientes problemas: la dirección se vuelve dura, inestable o si se presentan ruidos al emplear algún elemento de este sistema.