¿Qué tengo que considerar para el mantenimiento de mi auto?
Un automóvil se encuentra compuesto por una serie de complejos sistemas que trabajan en sintonía para lograr el funcionamiento del mismo. SI bien es cierto que existen muchos componentes y partes de estos sistemas que periódicamente van necesitando atención hay algunos que se distinguen de otros por ser más frecuentes al momento de realizar mantenimientos preventivos por lo que se les debe prestar mayor atención y estos son:
–Cambio de aceite: El cambio de aceite puede variar según la antigüedad del auto. Por lo general si un vehículo tiene más de 10 años debe hacerse cada 5.000 a 6.000 Kilómetros de uso. En autos más nuevos el aceite que ser utiliza es de mayor calidad y un cambio puede durar hasta 15.000 kilómetros. Aun cuando las propagandas de los fabricantes quieran convencer de se puede estirar hasta 30.000, esto no se debe hacer ya que tiende a sobre exigir el funcionamiento del sistema de lubricación y el motor.
–Cambio de filtros: El filtro de aceite cumple una función muy importante en el mantenimiento del motor porque previene la acumulación de partículas metálica tanto en el lubricante como en su recorrido. Lo recomendable es cambiar el filtro cuando se cambia el aceite, pero hay excepciones a esta regla. Hay veces que el filtro se deteriora antes de ser necesario el cambio de aceite.
En cuanto a los filtros de aire como su función única es prevenir la entrada de partículas y contaminantes externos al motor y a la cabina de los pasajeros se debe revisar periódicamente ya que su cambio depende de muchos factores y es difícil establecer un periodo de uso. Lo más recomendable es siempre cambiar los filtros cuando presentan acumulación excesiva de suciedad y partículas extrañas, nunca debe limpiarse y recolocarse ya que se compromete la integridad del motor y la salud de los ocupantes.
–Líquido de frenos: Específicamente el líquido de frenos debe controlarse cada vez que se hace cualquier revisión de mantenimiento. Ase aconseja cambiarlo totalmente cada 40.000 kilómetros o 2 años. También es importante tratar de ubicar talleres que cuenten con equipos especializados para tomar lecturas del estado de este fluido ya que así se garantiza información más precisa.
–Liquido enfriado: El compuesto mal denominado “Agua del Radiador” es un compuesto químico líquido cuyas propiedades permiten mantener la temperatura del motor en un rango aceptable para su óptimo rendimiento. La composición química del líquido del radiador depende de la marca, el modelo y el tiempo de uso del coche. Se aconseja verificar el nivel de este fluido en cada mantenimiento y generalmente amerita cambios entre los 15000 o 20000 kilómetros.
–Correa de distribución: Esta parte es la encargada de sincronizar los cuatro tiempos del motor, los movimientos de las válvulas coordinando la chispa de la bujía. Es muy importante su mantenimiento y recambio, y para ello es necesario la acción del mecánico profesional.
La correa de distribución es un elemento cuyo desgaste es difícil de detectar. Los lapsos de cambio varían según marcas y el tiempo que tenga el motor, los consejos oscilan entre 60.000 y 160.000 kilómetros.
Dependiendo del ambiente en el que vives y manejas, si es un lugar con caminos de tierra, un lugar muy húmedo o muy frío o si manejas en ciudad cuyo manejar exige el uso extra de los cambios debes tenerlo muy en cuenta. En estos casos baja el kilometraje de cambio a un aproximado de entre 48.000 y 128.000 kilómetros.
–Rotación de neumáticos:
La rotación de neumáticos en necesaria porque los delanteros tienen un mayor desgaste que los traseros en general.
Se recomienda este procedimiento cada 10.000 kilómetros aproximadamente. Esta acción es aconsejable para un desgaste uniforme de las ruedas, y la prevención de desperfectos, pero no soluciona problemas previos.
–Alineación y balanceo: Ambos son procesos que tienden a atenderse simultáneamente, pero son distintos uno del otro. La alineación corrige los movimientos laterales involuntarios del coche y consiste en ajustar los ángulos de las ruedas para que permanezcan perpendiculares al suelo y paralelas entre sí. El balance consiste a la llanta trozos de plomo del lado opuesto para compensar la diferencia de giro de rueda y llanta y así poder ajuste. Estos procedimientos se realizan a menudo juntos cada 10.000 km, después de algún golpe (choque) o cuando se presentan las molestias mencionadas antes.
–Tubo de escape: El caño de escape y sus catalizadores deben revisarse cada 60.000 a 70.000 kilómetros. Su doble función es vital puesto que es una forma de detectar problemas en el motor y también reduce el impacto de gases contaminantes en el medio ambiente.
Cuando el humo que despide es blanco, es la señal de que está funcionando correctamente. A medida que el humo se oscurece es porque está despidiendo elementos tóxicos, pero una parte de esos productos quedan dentro del auto. Esto puede pasar también por niveles bajos de aceite o filtros en mal estado.
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