Todo sistema en el automóvil en el automóvil es susceptible al desgaste, algunas piezas más que otras, pero todo tiene una vida útil y debe tener su cambio. La falta de mantenimiento preventivo y correctivo en los amortiguadores, puede redundar en una inestabilidad que derive en un accidente y el daño a veces irreparable de las partes móviles de la suspensión.
El amortiguador es tan vital para el auto, que junto a los frenos y neumáticos forma parte del “triángulo de seguridad”. Si alguno de estos tres elementos falla se afecta directamente la dirección, la estabilidad y el frenado del automóvil.
-El primer indicio de que un amortiguador ya no está en óptimas condiciones de servicio, son las vibraciones y balanceos que se sienten en el auto al sobrepasar los 70 Km/h.
-Otra señal es el número de rebotes que lleva a cabo la suspensión de un auto al pasar un tope. Un amortiguador en buen estado absorbe el impacto de este tipo de obstáculos para que no lleguen hasta la cabina y si se encuentra en buen estado solo “va y viene” una vez al librar cualquier obstáculo en la calle.
-Dependiendo de la marca y modelo del vehículo, la vida promedio de un amortiguador oscila entre los 70,000 y los 100,000 kilómetros, por lo que se debe considerar reemplazarlos una vez cumplido este tiempo.
Algunas recomendaciones para el buen desempeño de los amortiguadores incluyen:
-Revisar visualmente todos los amortiguadores. Algunas fallas o daños son perceptibles a la mera observación.
-Atención permanente en el camino. La gran mayoría de los desperfectos en un amortiguador, son causados por la falta de atención en la conducción. Es muy común caer en un bache o “volarnos” un tope por venir distraídos, esto puede provocar un daño irreversible en el amortiguador, la suspensión, el neumático y hasta el rin del auto.
-No olvide realizar una revisión periódica de los amortiguadores para que se asegure que funcionan correctamente.
-Respetar los límites de carga y ocupación máxima de los vehículos. Sobrepasar dichos limites hará que se sobrecargue de esfuerzo a los amortiguadores durante su funcionamiento lo que ocasionará una disminución más apresurada de su vida útil.